Resultaba de lo más frustrante; lo había intentado todo: con las manos, dándole golpes, hasta con un cuchillo; y nada, sin resultado.
Miró con odio a su antagonista y se dio por vencida.
-¡Mamá! ¿Me abres el bote de aceitunas?
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La desdicha de ser salmón 
jaja no se de que me rio si recuerdo cuando quebre el frasco de mermelada por pegarle contra la mesa jajaj me has echo reir jaja
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A todos nos ha pasado algo parecido, me temo. Pero es que da risa, siempre que el que rompa el frasco sea otro ;P
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aún me recuerdo limpiando infructuosamente el piso en un intento de esconder la evidencia jaja
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Je, je, je… Buen giro cómico
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