De espíritus, trasgos y duendes

Había tres cosas que le molestaban más que nada en el mundo, a saber: los espíritus que abrían las puertas y nunca entraban; los trasgos que escondían las cosas aprovechando que no estaba en casa; y los duendes nocturnos que enfriaban las sábanas.


3 respuestas a “De espíritus, trasgos y duendes

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.