En la mesa de un escritor
siempre encontrarás papel , boli,
poca comida y un termo lleno;
servilletas, cuadernos,
plumas de tinta y sus tinteros;
poco tiempo, silencio,
motas de polvo sobre los anhelos.
En casa de un escritor nunca faltan
ni velas ni recuerdos.
libros nuevos, libros viejos,
libros que serán,
y libros que nunca fueron.
Y así va el pobre dueño:
con la cabeza a pájaros
y los pies a diez centímetros del suelo.
Precioso poema. Feliz viernes.
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Igualmente
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Qué gran verdad acabas de publicar!!!!😊😊
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Una visión muy romántica del «oficio» de escritor 😉
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Demasiado, ¿verdad? 😉
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Sí que me ha parecido romántico, y precioso.
Concretando, podría decir que en casa de alguno, maus; en las de otros, blancogás a manta; en las de algunos yintonis. Y café, té, 501, cola hacendado…
Y en casi todas, dientes en el suelo por no ir pendiente de por donde vas, ¡leñes! que eres un desastre, que vas sin mirar, que estás todo el día en las nubes. ¡Que te centres un poquito, hombre ya!
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Todo eso y, además, miradas perdidas volando por la habitación, pensamientos en busca de una palabra que se esconde y muchos… «más tarde» y «me hubiera gustado». Tan diferentes y tan iguales.
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En realidad, en casa de un escritor hay demasiadas cosas para hacer inventario, y muchas ni siquiera se ven.
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Pues sí, tienes toda la razón, porque ahora mismo me han venido a la mente algunas más 😉 ¿Qué tal la «Enciclopedia del escribidor» 😀 😀 😀
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😂😂😂😂
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Me ha encantado el poema, es realmente bonito y, no sé por qué, me identifico mucho con los últimos versos, je, je…
Abrazos y feliz domingo.
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Gracias, Isabel. Buen domingo a ti también.
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Me gusto mucho el poema. Me encantó lo de «libros que serán y libros que nunca fueron». Cuantas veces empezar de nuevo, borrar, reemplazar… para finalmente leer tu obra y estar feliz con el resultado. ¡Que nunca se acaben las palabras!
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También es mi parte favorita y todos los escritores lo entendéis a la perfección. Gracias por tus palabras.
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¡Precioso! 🙂
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Perfecta descripción!
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Gracias, Cris. Que disfrutes del fin de semana
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