DE TRES I

Sentía sus abrazos, todo cuerpos, todo manos,

todo labios que se chocaban cerca de mi boca,

alientos que me cosquilleaban en los oídos,

el vello de punta, el escalofrío último,

un ritmo frenético, enfermizo, imparable;

un te quiero, un te amo, un te deseo;

el caminar de unos dedos por mi espalda,

la duda, tus ojos, sus ojos;

una lengua que se esconde traviesa tras el marfil

que desgarra presuroso la comisura más próxima;

el calor lejos del fuego,

la humedad creciente,

un murmullo ininteligible,

el todo, la nada.

Nuestras carcajadas de después.


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.