Invirtió su tiempo en crear pinceladas de vidas muy diferentes a la suya.
Le llamaron hipócrita porque escribía desde su despacho burgués las historias de muchachos hambrientos y desarrapados.
No se molestaba por ello; muy pocos sabían que, durante su infancia, había sido Tom Sawyer y Oliver Twist tantas noches que sus recuerdos se trocaron por sus sueños y llegó a olvidar el sabor de las manzanas de caramelo.
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Poético y caótico… el final sin pausa me deja sin aire. Un compañero pasaba por mi lugar y me preguntó… ¿Quien es Hesse? y se lo leí en voz alta.
Que bonito escribes, a pesar de mi falta de aire.
Felicidades
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Hesse, por Herman Hesse. Siempre me pareció un burgués con sueños de niño pobre.
Gracias por el cumplido, y procuraré poner alguna coma más la próxima vez.
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Mi conocimiento del autor se reduce al Lobo Estepario en mi epoca colegial. Igual, me encanta como escribes.
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Se te extrañaba por acá. Volviste, ¡y con HESSE!
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Hesse es uno de mis autores favoritos. Autor de uno de mis libros favoritos, » Narciso y Goldmundo».
Saludos, siempre es bueno leerte.
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