Al pirata de mis noches,
de mis sueños caballero,
vampiro de mis ilusiones,
cowboy de todos mis besos.
Capitán de mis entrañas,
faraón de mis anhelos,
pianista de mis tristezas
y, al fin, voz de mis desvelos.
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La desdicha de ser salmón 
Me ha gustado mucho este poema!
Besetes, Aurora.
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Gracias, María. Me levantas la moral de una manera… Besos para ti también.
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