La desdicha de ser salmón

4 respuestas a “Confesión II”

1. ¿Pero de los gatos rosas o de cualquier color? 😉

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   1. De todos, hasta los de manchas y rayas y colas de arcoiris

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      1. 😉

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2. ¡Vale, vale! Fue error mío. Lo reconozco, estaba haciendo un huevo de chocolate con cara de señora con mi hija. Estábamos en la parte más divertida: tintar la pasta de azúcar. En concreto, la nariz. El gato pasó ronroneando entre mis piernas y no lo pude resistir… Tampoco quedó tan feo, y siempre será mejor el colorante alimentario que el acrílico.

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