ENTRE EXTRAÑAR Y ECHAR DE MENOS

Te extraño,

con todas sus letras

sus abismos, sus esperanzas.

Te extraño con ojos nuevos

que no conocen esa mirada

tan dulce, tan despierta,

a fin de cuentas tan extraña.

Te extraño,

que no es lo mismo que echar de menos,

tú siempre eres más en un torbellino

de circunstancias,

más sereno, más amable,

más impredecible,

más tú, más yo también.

Y por eso te extraño,

por cuanto de mí reflejas.