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SEGUNDA OPINIÓN
— ¡Coño! Paco, qué cara mustio me traes. ¿Tás malo?
—Eso parece. — Toma asiento y, pide su café.
— ¡No me jodas! ¿Y es grave?
—Hombre, morirme, no me muero.
—Pues entonces, ¿a qué viene esa cara tan larga? No me digas ¿Te han quitao el anisete?
—No. — Deja la boina sobre la mesa, se atusa los dos pelos que flotan donde un día hubo un abundante flequillo.
— ¿El chorizo? Esos matasanos quieren que vivamos cien años, pero te quitan la alegría de vivir.
—Tampoco. Mi Emilia, que se empeñó en que fuera al loquero. — Lo dice sin vergüenza, todo el bar lo oye. Poco le importa.
— ¿A nuestra edad? Eso no pué traer ná bueno.
—Que me veía raro, enovejado.
—Mujeres. Si hago caso a la mía, ya tenía un pie en el hoyo. Pero si tú eres el alma de la fiesta. Jaté que ayer no viniste y se notaba esto más triste, que lo comentamos y todo. ¿Verdad, Faustino?
El camarero atiende a medias, se limita a un movimiento vago de cabeza.
—Eso le he dicho yo, pero se puso pesada y fui con tal de que se callara.
— ¿Y qué te han dicho?
Saca un papel del bolsillo y lee.
—Cardu… menopatía.
— ¿Qué coño es eso?
—Rebañiforme, además.
—Pues suena jodido. Mi cuñao tuvo una cardiopatía de esas y, en una cena de Nochebuena, la palmó.
—Cardio, no. Cardu… carde… Bueno, lo que sea. Dice que soy de mucho conformar.
—Anda el otro. Pues como todos.
—Como todos, por lo visto, no. Que tengo que hacer más cosas que me gusten, dice.
— ¿No te gusta jugar a la brisca? Porque me busco otra pareja, ya ves tú. Con la salú no se juega.
—Sí que me gusta. Para una cosa interesante que hago al día.
—Y ¿qué te notas? Porque algo te notarás, yo qué se: dolor de tripas, insonio…
— ¿Yo? Nada.
—Pues por nada no se va al loquero.
—A mí me mandó la Emilia a traición, pregúntale a ella. Si todavía no sé de qué va la rebañitis esa.
— ¡Niño! Busca en el móvil ¿Cómo dices que se llama?
Le tiende el informe médico para que copie.
—Aquí está. Cardumenopatía: Dícese del estado de abulia provocada por la falta de objetivos. Se manifiesta durante periodos de prolongada inactividad, a través de la imitación involuntaria de hábitos y rutinas de otros individuos con los que se comparte espacio. Su nombre deriva de cardumen (banco de peces). Es un trastorno de reciente descubrimiento y todavía bajo estudio. Se estima que afecta…
—Bueno, no te enrolles. Vete a lo importante. ¿Es contagioso?
—Aquí no dice nada. — El camarero vuelve a la barra. No suele hacer caso a los abuelos, pero Paco le da pena, aunque no entienda bien si lo suyo es grave o no.
—Joder, Manolo. Yo te cuento mis penas y tú solo piensas en si te pego los mocos.
—De acuerdo. ¿Cómo se cura?
—El médico dice que salga a andar, a dar paseos. Y que lea.
—Pero si te lees el MARCA todas las mañanas.
—Eso no vale, tienen que ser libros. Y que vea documentales.
— ¡Coño! Pues casi era mejor lo del chorizo.
Prisa (acróstico)
Repudiada
DE CONJUGAR
Quizá quieras,
quizá puedas;
quizá no debieras.
Si no quieres
pero puedes,
no debiste.
Y, aunque debieras,
si pudieras,
no querrías.
Cazapalabras
Tejía redes con las que atrapar palabras para llenar su nuevo libro, pero era complejo; las letras acababan colándose por los agujeros, separando las sílabas que formaban nuevas palabras en su vuelo hacia la libertad.