Los besos plantados

En aquel campo, entre las amapolas, la gente iba dejando los besos que les plantaban; besos como los de abuela, que a veces pinchan, pero llenan de alegría el corazón; besos como los de amiga en medio de una fiesta, con su marca de carmín en la mejilla; besos como el primero, inesperados y tímidos; besos como los de buenas noches de papá y mamá, que colocan en la frente un hilito alrededor del cual se construyen los sueños bonitos; besos de reencuentro, de “nos vemos pronto”, de “gracias por estar a mi lado”…

Y de todos esos besos plantados creció un bosque entre cuyos árboles manaba un río, correteaban los ciervos y siempre encontraban flores las abejas.

EL MUNDO ANTES DE QUE AMANEZCA I

El mundo antes de que amanezca está poblado de silencios extraños que rompe el sonido lejano de un coche, del cantar de los grillos que huyen de los aspersores, de sombras de árbol que no sirven como refugio ante un primer rayo de sol; de tórtolas madrugadoras, de pájaros trasnochados.

El mundo antes de que amanezca somos las estrellas y yo.

RETRATO AL OLEO

Tan tierna la hoja que se quiebra

como un alga serena que fluye con el río,

un croar de rana inesperado,

un volar de milano sombrío.

Tres coronas enterradas en el barro,

un gorrión que se acicala con el pico,

la trenza deshecha de dar zancadas

en pos de la idea que ha perdido.

Dos barrancos y cinco vaguadas,

el camino más luminoso y tranquilo,

un arcoiris que rompe la tormenta

y el destino contenido en un suspiro.

LIBRO DE RELATOS YA DISPONIBLE

Los escritores somo así, a veces escribimos dos libros al mismo tiempo (más o menos), sobre todo si son tan distintos. Así que, después de presentaros la prosa poética, llega el libro de relatos Instrucciones para sobrevivir en un bosque encantado. (Ya lo sé, no soy capaz de poner títulos cortos)

Está disponible en Amazon y es una antología de 18 relatos en los que descubriréis los diferentes tipos de bosques encantados (spoiler: no todos los bosques encantados tienen árboles), sus habitantes y distintas formas de sobrevivir en ellos.

¿Os atrevéis a entrar?

A BALCOEIRA

Oculta entre las rocas, se moja los pies con la espuma de las olas que a veces se entregan a ella, a veces se van; como el brillo del sol o de la luna que la hacen guiñar los ojitos cuando mira a la ría,

más allá del estrecho de mar.

Hace tiempo que el viento no agita su pecho, que no pide permiso a las ramas para pasar; ya no se apartan de su camino las caracolas ni la dejan tranquila las gaviotas con su graznar.

Y aún así, que pareciera triste y sola, cuenta sus monedas con cuidado, entrega suspiros a los marineros que pasan por allá.

Y tiembla, (oh, claro que tiembla), con el recuerdo de los ojos que la llevaron a ese lugar.

Si se hiciera noche un día en su pecho, si dieran con ella los turistas, los curiosos, los que la buscan para preguntar… pues cuentan, dicen, que ve el futuro, que adivina los amores y las muertes, que puede crear tempestades a voluntad.

Y ella se sonríe de los ilusos, pues ella solo es moura, como si no fuera ya suficiente, y su único poder es hacer compañía al mar.

Texto inspirado en A Balcoeira de Pancho Álvarez.