Etiqueta: elementos naturales
DE OJOS Y LUNAS
DE AÑORANZAS INCONCLUSAS V
DE PRESAS
PUNTOS DE REFERENCIA
Vivía con miedo a perderse en el bosque o en el mar, hasta que un día le enseñaron a guiarse por el musgo que crecía en los troncos de los árboles y la posición de las estrellas.
Entonces descubrió que las estrellas también morían.
Entonces descubrió que las estrellas también morían.
PREEMINENCIA

DE FAROS Y OLAS
Texto incluido en el libro de relatos Lo que las piedras callan
Fotografías a miles han retratado esos momentos de faros emergiendo entre una espuma que levanta metros sobre las rocas; sobrevivientes a la naturaleza, orgullosos e inquebrantables, impertérritos ante una violencia a la que se han acostumbrado con los años.
Esto es lo que los humanos piensan, y están equivocados.
De las conversaciones entre faros y olas solo nos llegan los ecos, tímidos susurros entre el viento húmedo de los temporales. Son enamorados al amparo de las estrellas que ocultan un sentimiento impuro durante el resto de sus existencias.
Nadie se acuerda de estos amores cuando hace buen tiempo, cuando la luz, en temerosos guiños, acaricia las ondas con alevosía y nocturnidad.
¿Qué pensará el mar durante el día?
Los faros se esfuman entre la niebla, disimulando hora tras hora sus ansias hasta que llegan las tormentas para calmar la impaciencia de un amante por reunirse con otro; las nubes, oscuras celestinas, se compinchan con los vientos; arrancan aullidos de las rocas, estremecen corazones y cabalgan gotas. Obligan a los humanos a esconderse, a cerrar los ojos. Todo para que las olas puedan robarle a los faros un beso.
A LAS AGUAS DEL TINTO
Tinto de otoño teñido
que te desbordas por los viñedos
salpicados en tus orillas
bajo la atenta mirada del halcón,
bebida ancestral que fluye con tu nombre
como una ofrenda
a los dioses antiguos de la Humanidad,
tributo efímero a unas aguas
cuyas entrañas guardan los preciosos metales
que hicieron hombre al hombre,
primera herramienta
interrumpida por molinos
que le dieron de comer,
pan infinito amasado con tus corrientes,
espejo de las estrellas, reflejo de planetas lejanos,
sangre derramada
de mil brazos que horadaron tus raíces,
Tinto que dibujas la tierra con tu líquido pincel.
TRABAJO EN EQUIPO

COPLILLA II




