Tinto de otoño teñido
que te desbordas por los viñedos
salpicados en tus orillas
bajo la atenta mirada del halcón,
bebida ancestral que fluye con tu nombre
como una ofrenda
a los dioses antiguos de la Humanidad,
tributo efímero a unas aguas
cuyas entrañas guardan los preciosos metales
que hicieron hombre al hombre,
primera herramienta
interrumpida por molinos
que le dieron de comer,
pan infinito amasado con tus corrientes,
espejo de las estrellas, reflejo de planetas lejanos,
sangre derramada
de mil brazos que horadaron tus raíces,
Tinto que dibujas la tierra con tu líquido pincel.