Me pregunto cuántos mirarán hoy a la luna. Yo, por si acaso, le he mandado un ramo de flores y una caja de bombones, para que sepa que no la olvido, para que se sienta querida. No vaya a despecharse y busque un rincón lejano en el que ocultarse para nunca volver. Que los satélites poco entienden de los amores efímeros.
La desdicha de ser salmón 
Has tenido un bonito detalle con ella, la tendrás siempre iluminando tu pensamiento.
Un abrazo.
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Yo me peleé con los selenitas hace tiempo: les dije que su madre, que su hogar, que su todo era egoísta.
Porque cuando ella resplandece así, por completo, tajante y contundente, no hay más cielo que ver.
Y a mí me gusta ver esos algodoncitos casi impercetibles que aparecen cuando ella no está, en los que viven otros soles, mundos, otras lunas y otros lunáticos como yo.
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Pues yo creo que ella tiene su función, oculta esos soles lejanos para que, cuando ella no esté, sepamos apreciarlos.
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Ya veo que eres una lunática infiltrada para convencernos a los enamorados de Selene de la perfección de su cuerpo. Pero no me engañas: prefiero el erotismo de la lencería de sus fases. Sí, debo ser el último lunático con tales gustos.
Y yo aprecio, amo, anhelo, ese cortejo que desaparece cuando ella resplandece desnuda. Y lo echo de menos. ¿Será que lo mío es el deseo de un harén celeste?
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Luna que despiertas sueños 😉
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Un buen detalle , para la luna para que no deje de alumbrarnos. Un abrazo
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Pues claro, Mamen. No puedo dejar que la luna se vaya, los soñadores y los poetas se quedarían sin luz. Un beso.
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Muy bonito 🙂 Un saludo
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Gracias por pasarte. Bien fin de semana
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Igualmente, feliz finde!!
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