No se trataba de un cuento de príncipes y princesas, de hadas madrinas y dragones carceleros; se trataba, simplemente, de la magia de sus ojos castaños y la torre prisionera de su sonrisa.
No se trataba de un cuento de príncipes y princesas, de hadas madrinas y dragones carceleros; se trataba, simplemente, de la magia de sus ojos castaños y la torre prisionera de su sonrisa.