Hay quien tiene mala fama, pero la culpa no es suya, sino de lo que se dice. Así que mucho ojo y a pensarlo muy bien antes de hablar mal de los demás. Nunca sabemos qué terribles consecuencias pueden acarrear nuestras palabras.
a través de Lobo y el Pedro — Martes de cuento
La desdicha de ser salmón 
Un lujo tener letras como las tuyas en Martes de cuento. Un beso.
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El lujo es saber que puedo encontrar un hueco donde compartir mi salmoncillo interior con otros niños que van por la vida disfrazados de adultos. Así da gusto.
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🙂 ¡Qué maravilla quitarse el disfraz de vez en cuando!
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Di que sí, si abres la boca, que sea para algo bueno. Para decir algo malo siempre hay tiempo.
PS.- Me voy a pasar por el martes —en mi pueblo, mercadillo— a ver qué nos ofrecen.
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Pásate, que te va agustar
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