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Ay, pobre sirena… Me ha gustado la imagen, la verdad 🙂
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Me alegro. Rescatemos la magia de las escenas cotidianas. Feliz semana.
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Siempre consigues sorprenderme con tus historias, Aurora. Siempre tienes un punto de vista distinto que le da más vida a lo que cuentas.
¡Pobres sirena! Echa en falta su mar.
Muy bueno, en serio.
Besos.
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Intento no olvidarme de que la magia todavía existe. Y me alegra que eso no pase desapercibido y os guste. Feliz semana.
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Pobrecita :((( Ponla en remojo, ea. Jajajaja. Un beso lleno de magia
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Igualmente. Feliz semana intermitente.
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🙂 La sirena que añoraba el agua… pero solo a veces. Eso quiere decir que algo hermoso vive en tierra, que algo o alguien consigue hacerla tan feliz que se olvida de su mundo 😉 ¡Es una sirena feliz con un poco de morriña!
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Efectivamente. Como se nota que conoces la naturaleza de sirenas y salmones.b
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😀 😀 😀 No en vano tengo buenas amigas con preciosas escamas por el cuerpo 😉
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«A veces se sentaba en el primer escalón, con las rodillas encogidas y las zapatillas metidas en la tierra del parque. Echaba de menos el tiempo en que fue roble.»
—¿Cómo te las arreglas para hacerme soñar despierto?—
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Me encanta tu versión, yo a veces también añoro mis días como avellano.
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Bonito post. Me he acordado de la película La gran belleza. La Santa, tras preguntar al prota por qué no ha escrito otra novela, le dice: «¿Te has preguntado por qué como raíces? Porque las raíces son importantes».
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No la conocía. La buscaré para verla.
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