Bueno, ni antes —y ahora— con dioses ni en un futuro con la razón, jamás, jamás, el hombre será dueño de su destino. Sólo se llegará a ser consciente de tal destino. Y las civilizaciones caídas dan muestras de aquellos que sí creyeron tener las riendas del futuro.
Bueno, ni antes —y ahora— con dioses ni en un futuro con la razón, jamás, jamás, el hombre será dueño de su destino. Sólo se llegará a ser consciente de tal destino. Y las civilizaciones caídas dan muestras de aquellos que sí creyeron tener las riendas del futuro.
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