—Ahí Orión y en este otro lado, Andrómeda y Perseo.
Y un pellizquito le coge el corazón. porque ella sabe que, hace mucho, mucho tiempo, otros las miraron y contaron otras historias, quizás las unieron de otras maneras, quizá eran otros amores los que escondían y ya nadie se acuerda de los más viejos nombres de las estrellas.