Hay momentos, hay lugares, hay personas…
Hay cuerdas que ahogan y cuerdas que liberan porque amarran con cariño.
Hay redes que atrapan salmones y redes que los dejan navegar…
Hay sonidos tan antiguos que te devuelven al presente, que te enraízan con la tierra que pisas y dejan tu mente volar; hay piedras pesadas y ligeras, como las que tocas en el bolsillo, las que regala un amigo, siempre tesoros que guardar.
Hay días en que es mejor no levantarse y días para dejarse llevar.
Hay tintas que llenan páginas, pieles, pentagramas…
Hay rincones, remotos e inesperados, donde uno encuentra a quienes los dioses disponen.
Desde luego que no todos los meses acaban en fiestas oscuras, mortecinas, cuasi tétricas, con ese flirteo entre el aquí y el allí. Hay meses -semanas, días, horas- en los que uno se encuentra con quienes los dioses disponen (she said) y, a veces, resultan gratamente sorprendentes…
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Desde luego, Francisco. Gracias por comentar
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