Ser escritor es tener más cuadernos que ideas para llenarlos; más libros que tiempo para leerlos; más tazas que días para usarlas y luego volverte loco buscando un bolígrafo, un marcapáginas o una bolsita de té.
Ser escritor es tener más cuadernos que ideas para llenarlos; más libros que tiempo para leerlos; más tazas que días para usarlas y luego volverte loco buscando un bolígrafo, un marcapáginas o una bolsita de té.