TIRANO
Habían pensado en las múltiples consecuencias del cambio climático.
Eruditos, ingenieros, biólogos y físicos se habían devanado los sesos intentando adelantarse al desastre; pero, cuando los polos se derritieron del todo, la única posibilidad que no habían barajado era verse sometidos a la voluntad dictatorial de un salmón que agitaba el látigo de alga trenzada con aleta férrea, demandando cada día más manos para construir el mausoleo con que honrarían su memoria tras el desove.
