Cada mañana dejaba volar de modo febril la pluma sobre el papel durante horas.
Un buen día, hartos de su maltrato, la pluma y la pila de papeles echaron a volar por la ventana, dejándole sin historia.
Cada mañana dejaba volar de modo febril la pluma sobre el papel durante horas.
Un buen día, hartos de su maltrato, la pluma y la pila de papeles echaron a volar por la ventana, dejándole sin historia.
😦 ¡Qué ingratas! Al fin y al cabo, con sus historias hacía que trascendieran y se convirtieran en Pluma y en Pila de papel. ¿Qué es mejor, ser poema o papel en blanco?, ¿simple tinta o palabra trazada?
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No sabían valorar en lo que las estaban convirtiendo
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Eso pasa a veces, que no valoras porqué no tienes perspectiva.
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Lo extraño es que mi teclado y mi pantalla no se hayan vengado con un calambrazo.
Muy original relato.
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Quizá regresen para contarte nuevas historias.
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-Wow!!!! Cuál sería ese maltrato?
Escribiría sobre algo que no sentía?
Testigos mudos fueron la tinta y los trozos de papel que se cansaron y se fueron?
Será que pasaba horas escribiendo a alguien lo que sentía, pero jamás se lo decía ni le hacía llegar las cartas? Entonces de que servía?
Esta fuga, me ha hecho pensar.
Abrazo!
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