Arrancó con cuidado tirando del tallo, cualquier golpecillo de viento terminaría con la magia. Protegió su tesoro en la concavidad de su mano y tomó aire mientras en su mente se formulaba un deseo.
Sopló con fuerza para ver cómo treinta promesas volaban, buscando dónde posar sus sueños.
me encantó, un abrazo
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