Se sostenía como suspendido por un hilo invisible colgando de una nube en lo alto del cielo de azul incierto.
Allí parado, con la mirada fija en la cuneta, llamaba la atención de los adultos y niños que pasaban en los coches, de dos caballistas que atravesaban el camino paralelo y hasta de un rebaño de ovejas que pastaban tranquilas y esquiladas en el campo segado al otro lado de la calzada.
Todos advirtieron su presencia excepto quien no debía saberlo: el pequeño ratoncito colorado que asomaba su hocico al aire tratando de encontrar un peligro a ras de suelo, inconsciente de que su mayor riesgo nunca vendría de allí. Ni siquiera distinguió la leve sombra que se cernía sobre él.
Cayendo en picado con precisión militar, el aguilucho sacó las garras para atrapar a su presa; y los adultos, los niños y los jinetes se sonrieron, magnetizados por un espectáculo que habían presenciado mil veces pero que nunca perdía un ápice de su encanto.
Los únicos inmutables ante el hecho eran los caballos y las ovejas; a fin de cuentas era sólo la naturaleza siguiendo su curso, y eso no tenía nada de extraordinario.
Pobre ratoncito no supo ni por donde venia el fregazo. Tu sabes que me encanta todo lo que escribes y de algo cotidiano sacas una pequeña historia. Si algo te puedo comentar es la segunda frase. tu alguna vez me dijiste que solo el que escribe puede decidir como dar las pausas, sin embargo, creo (en mi humilde opinion) que en la frase…
«Allí parado, con la mirada fija en la cuneta, llamaba la atención de los adultos y niños que pasaban en los coches, de dos caballistas que atravesaban el camino paralelo y hasta de un rebaño de ovejas que pastaban tranquilas y esquiladas en el campo segado al otro lado de la calzada.»
En lo personal creo que entre los coches y de dos caballos, me hubiera gustado un punto y coma, o hasta de un punto y seguido, pero igual como me dijiste tu, el autor tiene su ritmo que le gusta y funciona.
Te mando un fuerte abrazo.
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Después de echarle un vistazo te doy la razón, creo que optaré por el punto y coma entre coches y caballos para que no se atropellen, jajaja
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Si es que el hombre es tozudo. Pretendemos dotar a la naturaleza de nuestro propio código moral, como si ese fuera el rasero con el que se miden los hechos. Los animales, desde luego, tienen su propio punto de vista. Muy ameno, te deja ese punto reflexivo cuando terminas de leer. Un fuerte abrazo
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Gracias, David. Qué bueno volver a tenerte por aquí, y dentro de nada volvemos al «cole». Estoy deseando leer los relatos de este año.
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