Su corte de ratas se marchó con el flautista a otro lugar, y los vecinos de Hamelin festejaron durante días haberse librado de aquel músico tan poco dotado para su profesión.
Su corte de ratas se marchó con el flautista a otro lugar, y los vecinos de Hamelin festejaron durante días haberse librado de aquel músico tan poco dotado para su profesión.
¡Vaya cambio inesperado en el cuento!
Habían contratado al flautista a última hora para las fiestas del pueblo, cuando ya solo quedaban los malos músicos, aquellos que solo tocan para cuatro ratas 😀 😀 😀 😀
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Efectivamente, esa es la verdadera historia, había fiestas en todo el país y los buenos ya estaban contratados
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Los más malitos siempre al final, jiji
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