Cuando descubrió que el vecino del primero se había afeitado la barba, él, aún viviendo en el quinto, se vio en la obligación de comprar una palangana por si llegaba la hora de poner la suya a remojo.
Cuando descubrió que el vecino del primero se había afeitado la barba, él, aún viviendo en el quinto, se vio en la obligación de comprar una palangana por si llegaba la hora de poner la suya a remojo.
No es cierto: como hombre prevenido vale por dos, madrugó para que le ayudase alguna deidad y se fue al mercado a por dos bacías. Como se arrimó a un buen árbol, no cogió una insolación.
Magnamicro el tuyo, ossches.
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Jajajaja, me encanta tu segunda parte.
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😀 😀 😀 😀 ¡Sabia decisión!
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Jajajajajaja, ¡Que bueno! Muuuuaackk
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