Si de noche soñara contigo, mi musa,
¿habría mayor pecado?
Esperar tu abrazo ansiosa
en el amanecer de un mundo roto,
hostil y gris,
en el que almas vagabundas
caminan entre dos mundos,
ajenas a los habitantes de ambos.
Y un sólo conjuro para rescatarlas,
a todas, incluida la mía,
que vaga más que ninguna.
Un hechizo de sonidos
que invocan un sol y una luna
para guiar el sendero de la muerte
y otro tanto el de la vida.
Bravo por ti, nena! Le pegas a todo!! Así me gusta, que experimentes… Muy chuli
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Me alegro de que te guste, pero mis pinitos en la poesía no dejan, ni lo pretendo, ese regusto extraño y cautivador de los tuyos.
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Entre dos mundos. Entre lo poético y lo prosaico. El sueño y la vela. Entre el sol y la niebla de Éire…
¡Me ha gustado mucho! 🙂
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