Tú, que te atreviste a mirarme a los ojos
aquella noche desde la sombra.
¿Cómo ahora reclamas lealtad?
Tú, que viniste a trastornar mi vida
volviendo a mis sueños cada noche.
¿Y ahora me pides que crea?
Tú, que llegaste en carne en hueso
a través de aquella fotografía.
¿Vienes y ruegas que espere?
Tú, que hechizaste mi alma
con dos notas de una canción.
¿Exiges que ahora tenga fe?
Y yo, que sólo te pedí que volvieras,
¿por qué me creí sin derecho?