Me quedaré mirando al mar hasta que la última barca zarpe de Teixido, llevando mi alma en ella.
CANCIÓN EN DOS ESTROFAS
I
Cómo tiemblan mis manos
mientras te escribo,
qué poco late mi corazón
cuando no estás,
nunca mi voz se ahogó tanto
entre mis dientes.
II
Qué fría despertó la mañana
con tu ausencia,
qué negra era la luna anoche
mientras te recordaba.
Hoy, por primera vez,
la niebla me llevaba a casa.