La principita

Se ató la pulsera de cuero marrón alrededor de la muñeca y se vistió de princesa; no una princesa al uso, el tipo de princesa en que ella creía: una con pantalones bombacho y gafas grandes en vez de vestido de gasa y corona de oro.
De pequeña había descubierto que, para encontrar un príncipe de verdad, de los que saben cuidar las rosas y los baobabs, primero había que perder el miedo a volar.


4 respuestas a “La principita

  1. Hola guapa.

    Me suena un poco raro (perdón), hay una coma que me parece hubiera funcionado mejor antes de «que», y un «;» para enfatizar la ultima frase.

    De pequeña había descubierto, que para encontrar un príncipe de verdad, de los que saben cuidar las rosas y los baobabs; primero había que perder el miedo a volar.

    Se que soy un sinverguenza porque yo de ortografia padezco un monton jeje pero no se, me suena mejor asi. Y del contenido, pues me parecio escuchar a Amelia Hart.

    No todas las princesas son cursis, yo sigo buscando una que comparta mi gusto por Star Wars jeje

    Un beso y te seguire leyendo siempre.

    Me gusta

  2. Como una vez publicado el texto pertenece al lector, interpreto un micro durísimo. Ese «perder el miedo a volar» me lleva a pensar en un acto suicida por un desamor, Si bien la correa de cuero atada a la muñeca me despista. En todo caso consigues un micro que sugiere, como los buenos. Saludos

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.