Engullía bombones de licor y rosas sin espinas con la misma facilidad que tragaba sables y masticaba bombillas. Era un faquir enamorado.
Engullía bombones de licor y rosas sin espinas con la misma facilidad que tragaba sables y masticaba bombillas. Era un faquir enamorado.
¡Genial! Y además corresponde a la fecha que estamos celebrando: «el Día del Faquir».
Gracias por compartir
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El amor a veces es como masticar bombillas y cristales. Me encanto, gracias!
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Sin motivo aparente me encuentro pensando que el fakir no tiene a quien darle los bombones y las rosas, por eso las engulle. De cualquier manera me gusto, como reacio al amor y a su mercadotecnia, utilizo muy seguido la frase «No porque se las come» cuando algun vendedor callejero trata de venderme una rosa para la amiga que me acompaña jaja.
Un beso.
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