Despertó en mitad de una noche de julio y no escuchó nada.
Echó de menos el canto de los grillos, la sombra blanca de las lechuzas; extrañó el verano.
Despertó en mitad de una noche de julio y no escuchó nada.
Echó de menos el canto de los grillos, la sombra blanca de las lechuzas; extrañó el verano.
Me queda la duda de si cambió de hemisferio o de dimensión 😉
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La pregunta obvia… ¿Pues cuanto durmio? jaja.
Los humanos somos raros, en invierno mientras nos congelamos el trasero, no podemos esperar a que llegue el calor. cuando estamos a 42 grados a como extañamos el frio… jaja
Un beso.
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